Si quieres participar activamente, quieres aumentar nuestros conociemientos acerca de la cerveza o los deportes o tienes alguna sugerencia, envía un correo a: birspab@gmail.com

viernes, 25 de febrero de 2011

Artículo de A.N



Queridos lectores, aficionados al blog y al noble arte de "bloguear":

En primer lugar quiero dar las gracias por tan atractiva iniciativa, que enriquece y amplía el abanico de navegación por el Internet, a Jaime Dag, el cuál no solo persigue explotar su venaescritora, con la excusa notable de debatir u opinar sobre las infinitas clases y estilos de cervezas que siempre acompañan en un partido de fútbol frente al televisor, o al Tiempo de Juego de la Cadena Cope, (también éste, el deporte rey, tema "Estrella Galicia" de este blog), sino que traza puentes para mantener el contacto con sus compañeros de juergas, correrías, confesiones, charlas interminables  de ese primer año inolvidable en la Villa y Corte, y que ha tenido la 
gentileza de visitarnos al menos dos veces cada año posterior, y que algunos hemos correspondido con la visita obligada a La Coruña, escuchando la repetida hasta la saciedad invitación. Por cierto, aprovecho desde aquí para mandar recuerdos a aquellos que me  acogieron en su casa como a uno más y se portaron estupendamente en el pasado mes de agosto.

La cerveza comenzó a gustarme a los 16 años. Había tenido previamente un entrenamiento previo, basado en beber rubias, cuyo sabor horrorizaba, y arrugaba el morro al tragarla. Pero esto es como todo: la letra con sangre entra. Si las lentejas no te gustaron a los 4 años, y las vomitabas, y estabas a bronca diaria con tu señora madre, la cuál te las metió por vía en algún momento en el que la desesperación maternal tocó techo, hoy, con 20 años, deseas que esa santa mujer te las ponga cada vez que vas a verla. A no ser que sea algo parecido a las alcachofas de la Indima, las cosas acaban gustando: por costumbre, por fuerza. Si se echa huevos en la vida, no hay nada imposible en esta vida.

La cerveza comenzó siendo al principio elemento imprescindible de un botellón en la madrugada del sábado al domingo manchego, frente al edificio, símbolo del futuro más que predecible: la oficina del INEM. Con los años, ha perdido enteros en estas reuniones sociales de fin de semana, frente a otras bebidas más de guay, ¿verdad?, pero creo que no ha perdido privilegios, sino que ha ascendido a un nivel superior: hoy es testigo de penas, alegrías, desahogos, secretos de los amiguetes que en comunión nos juntamos para cultivar el arte de la amistad (del cuál tampoco soy un artista, pero se hace lo que se puede y menos de lo que se debería, créanme).

Por consiguente, reinvidiquemos hoy el papel de la cerveza como fuente de vida, testigo previlegiado de grandes y malos momentos y, como corolario (Corolario, todas las semanas en Antena Indima, www.antenaindima.wordpress.com. La radio se coló por la ventana) bandera de un lema imprescindible: en la variedad está el gusto.

Alejandro "Cope" Navarro

No hay comentarios:

Publicar un comentario